Como me gusta cuando digo mi pueblo… y lo difícil que resulta ser profeta en tu tierra, me siento extremadamente orgullosa cuando alguien en mi pueblo confía en mí para un detalle tan especial.
Esta vez fue Sara, un descubrimiento para mi, me contactó a través de mi hermana, están vinculadas por una de las hermandades del pueblo, y se casaba este año, supo que yo hacía tocados y la pidió a mi hermana el teléfono. Yo a Sara no la conocía, si a su madre y a su tío que son más de mi época de juventud en el pueblo, pero fue un placer, fue muy fácil trabajar con ella realizamos varías pruebas porque tenía muy claro lo que quería y como lo quería. Tonos, formas, colores… y en dos pruebas teníamos el tocado listo.
Además confió en mi para el tocado de su madre y de su suegra.
Gracias Sara por ponerte en mis manos en un día tan especia, por ser un encanto y por acogerme tan bien tanto tú como tu familia.